El próximo 2 de mayo se permitirà salir a pasear las personas que conviven juntas  o realizar actividades físicas de forma individual.

Son muchos los corredores que están deseando que llegue el sábado para calzarse de nuevo las zapatillas y salir a correr. 

Después de casi 50 días sin correr al aire libre, debemos tener en cuenta una serie de recomendaciones.

Desde el Consejo General de Colegios Oficiales de Podólogos se recomienda un perímetro de seguridad de 10 metros con otros corredores y no intentar reiniciar la práctica deportiva en el punto en el que se dejó

Será la primera vez que algunos abandonen sus hogares tras casi 50 días de “cuarentena”. Todos los corredores deben tener en cuenta que deben hacer deporte de forma individual y en las horas y zonas en las que prevean menos afluencia para evitar la proximidad con otros corredores. El virus se transmite por el aire y los científicos aseguran que es necesario mantener un perímetro de seguridad de unos 4 o 5 metros andando y 10 metros corriendo o paseando en bicicleta. La respiración, cuando se hace deporte, es más intensa, por lo que el riesgo de contagiarse aumenta.

El inicio de esta actividad debe realizarse con la mayor precaución posible para evitar lesiones. Una lesión ahora tiene una consecuencia doble: para el que la sufre y para un sistema sanitario con otras prioridades.

Debe producirse una vuelta progresiva e individualizada a los entrenamientos, sin pretender reanudar la carrera en el mismo estado de forma que se había alcanzado antes de que decretase, el 14 de marzo, el estado de alarma por la pandemia de la COVID-19. Especialmente, los corredores principiantes antes del confinamiento deben tener claro que no deben comenzar por el nivel ni la distancia que realizaban antes de la cuarentena. Deben comenzar por debajo de esos parámetros e ir aumentando progresivamente en función de la recuperación del tono muscular. Es importante entender que nuestro cuerpo se ha desadaptado a correr, aunque se haya estado haciendo entrenamiento alternativo en casa, con lo que se ha conservado la capacidad aeróbica, las estructuras que se han estado  entrenado son distintas a las que se usan  para correr. Hay que concederse un tiempo para adaptar los tendones y músculos para volver a correr.

Se ha podido perder el estado de forma por falta de entrenamiento y esto afecta a la resistencia, fuerza y flexibilidad y facilita la aparición de lesiones si no se retoma la actividad física de manera gradual y controlada.

Si se ha ganado o perdido peso durante el confinamiento, hay que darse más tiempo. En caso de sobrepeso, se somete a las  articulaciones y músculos a una mayor carga. En el caso de haber bajado de peso, es probable que se haya perdido masa muscular, por lo que se debería empezar  a correr de manera  suave e ir aumentando progresivamente.

Además, si existe la posibilidad, es mejor realizar los primeros entrenamientos por superficie de tierra, ya que aporta una mayor amortiguación.

Antes de salir a correr debemos revisar el estado de las zapatillas, comprobar que no están deformadas, desgastes anómalos en las suelas. Deben atarse bien los cordones para ajustarlas al pie y llevar siempre calcetines. Las zapatillas deben adecuarse a la persona, al suelo por el que se vaya a correr y a la actividad que se vaya a realizar. 

En el caso de tener que comprar unas zapatillas tendrá que ser una compra online, ya que las tiendas siguen cerradas. Pero esto no significa comprar sin asesoramiento. Ante la enorme oferta del catálogo de zapatillas, lo más recomendable es dejarse guiar por un profesional de la Podología. Son muchas las variables que intervienen, fundamentalmente el peso del atleta, ritmos, patologías previas como la pronación o supinación aumentada,  la necesidad de llevar en las zapatillas ortesis podológicas o la superficie de entrenamiento. Cuanto mayor sea el peso del deportista o si tiene una patología como la pronación aumentada, mayor estabilidad deben proporcionar las zapatillas y las plantillas.

No debemos forzar, si se siente cualquier tipo de molestia hay que parar. Continuar el ejercicio podría provocar una lesión.

Durante estas primeras semanas es conveniente combinar las salidas con entrenamientos de fuerza y técnica de carrera.

Debemos recordar a todos aquellos que practican deportes donde los pies son pieza fundamental la importancia de realizar un estudio biomecánico para así prevenir lesiones causadas por un mal apoyo o una forma de caminar defectuosa. 

Una vez en casa, hay que despojarse del calzado y la ropa en la entrada, desinfectar la suela del calzado con una solución desinfectante, ducharse lavándose cuidadosamente las manos.

Si se tiene alguna duda o molestia que persiste tras el reposo, estaremos encantados de ayudarte, no dudes en consultarnos a través de nuestras redes sociales, mail o por teléfono.